
Mi sueño con Monsivàis fue muy breve, resulta que en el edificio que vivìa anteriormente no había estacionamiento y JC iba por el auto a la pensión para yo irme en èl, entonces mientras lo esperaba yo salìa con Tobi a pasearlo un ratito y nos íbamos a la acera de enfrente para darle la vuelta a la manzana que es del edificio de Galas de Mèxico, bueno pues en mi sueño estaba yo ahì paseando a Tobi, cuando Monsivàis iba pasando y me gritaba “Beth, Beth” porque yo iba digamos que un poco adelante de èl caminando, al voltear veìa que era èl y me regresaba a saludarlo y platicar algo breve con èl, nos despedíamos y ahì terminaba el sueño. A partir de ese sueño comencé a llamarlo mi amigo Monsi.
No se por que soñè eso, pero bueno a partir de ahì me surgió la inquietud de conocerlo de verdad. Cosa que nunca sucedió porque no suelo frecuentar el cìrculo al que èl pertenecía, por lo tanto era un tanto difícil que pudiera encontrarlo y conocerlo; sin embargo otra cosa que me rondaba por la cabeza era que como ya les he platicado antes en otros post, tengo inquietud por escribir, y me decía yo algunas veces: ¿y si lo contacto y veo si puede darme unas clases? O me orienta como debo escribir o de plano me dice no sirves para esto, pero no me di a la tarea de buscarlo, no sabìa dònde podría hacerlo, sòlo imaginaba que vivìa por el sur de la Ciudad, y que lo buscarìa en una oportunidad, no me pregunten porque pero eso me imaginaba yo, era una idea que por supuesto ya no podrá ser.
Ayer con la noticia de su muerte descubri donde vivìa este cronista y ensayista Mexicano, digamos que relativamente cerca de mi casa, mmm como a 6 estaciones del metro, en una colonia muy sencilla igual que su casa, es màs es un barrio un tanto feo por todo el comercio que por ahì se da. Me impresionò porque como dije antes imaginaba que vivìa al sur de la ciudad, en una casa totalmente distinta, pero como bien han dicho en todos los periódicos y gente allegada a èl, siempre se rigió por la sencillez y el ser un hombre del pueblo que no pretendía falsas posturas. Finalmente anoche pasè por su casa, y vi las muestras de cariño y afecto que la gente a depositado en la puerta y en las paredes.
Se fue a unos días de haber muerto uno de los personajes que hicieron que llenara su Museo con una parte de su colección, Gabriel Vargas y su Familia Burròn.
Aquì la crónica de su funeral en el Museo de la Ciudad de Mèxico y luego en el Palacio de Bellas Artes por Salvador Camarena en El Paìs.